Altos mandos testificaron en el Capitolio sobre los hoy llamados “FANI”. Dieron detalles sobre las imágenes reveladas por el Pentágono que no tienen explicación científica.
“No tenemos explicación todavía de los varios objetos grabados en el cielo, pero es importante comunicar al pueblo estadounidense lo que registramos y qué avances para explicarlos tenemos”.
Esta fue una de las conclusiones principales que dos altos responsables de la inteligencia de defensa de Estados Unidos realizaron al testificar en una audiencia ante un subcomité de Inteligencia de la Cámara de Representantes de Estados Unidos que se produjo 11 meses después de la publicación de un informe que documenta 144 casos de lo que el Gobierno denomina oficialmente “fenómenos aéreos no identificados”, o FANI, y que antes eran conocidos como OVNI.
La palabra “OVNI”, un término más popular que significa objeto volante no identificado y se ha asociado durante mucho tiempo a la noción de nave espacial extraterrestre o fenómenos aéreos que no tienen explicación lógica fue reemplazada por FANI que en inglés se la llama UAP (Unidentified Aerial Phenomeno).
En el Capitolio, Ronald Moultrie, que supervisa el nuevo grupo como subsecretario de Defensa de los Estados Unidos para la inteligencia y la seguridad y Scott Bray, subdirector de inteligencia naval, fueron los encargados de testificar durante casi dos horas sobre las fotos y videos expuestos con anterioridad por el Gobierno y hoy repetidos en una de las salas del congreso estadounidense. Sin embargo, el informe incluía algunos FANI revelados previamente en imágenes de video publicadas por el Pentágono de enigmáticos objetos aéreos que mostraban una velocidad y maniobrabilidad superiores a la tecnología de aviación conocida y carecían de medios visibles de propulsión o superficies de control de vuelo.
“Nuestro trabajo registra 144 objetos desconocidos o FANI. El 80% de ellos fueron tomados por múltiples instrumentos, como sensores, escáners y cámaras. Estamos hablando de varioas sensores, además del sensor humano. Y hasta hoy no tenemos conocimiento de objetos que se comporten en el cielo de la manera en la que los registramos a esos 144. Hay características de vuelo y de reconocimiento de la forma del objeto volador que no tenemos respuesta para contestar sobre qué son, con la información que manejamos”, se sinceró Scott Bray.
“La manera que tenemos de adelantarnos a posibles objetos con tecnología innovadora es recogiendo este tipo de información y realizando su posterior análisis. Hemos registrados algunos objetos que eran drones comerciales. Pero hay otros que por su altura y forma no lo son”, agregó el otro declarante Ronald Moultrie. Para Bray, muchas de las observaciones que se han realizados son objetos físicos y no corresponden a rastros de gas, aire u otro material conocido. “No solo tenemos reportes militares, sino también de organizaciones civiles o comerciales en los distintos casos registrados”, agregó.
“Buscamos entender qué estamos viendo, por ejemplo, al observar un objeto triangular. Y no es la primera vez que lo hicimos. Meses atrás en otro lugar de EEUU también se obtuvo la misma fotografía de este objeto en forma de triángulo. Coinciden la imagen y su comportamiento en el cielo, pero no hay explicación de lo que es. Cuando digo que no podemos explicar esa información, significa que no tenemos comprensión del material observado y la información que recogimos en distintos estudios o a través de varios sensores”, se sinceró Bray. Finalmente, Moultrie deslizó que “es importante proteger la información recolectada y el proceso para recabarla. Estamos hablando de estaciones de monitoreo, de sensores que registran fenómenos inexplicables”.
El año pasado, la Oficina del Director de Inteligencia Nacional presentó al Congreso un informe preliminar sobre UAP que transmitió el progreso que la Fuerza de Tarea de Fenómenos Aéreos No Identificados ha logrado en la comprensión de los fenómenos misteriosos. Esa información publicada sentó las bases para que se haya podido celebrar la audiencia sobre UAP, hoy ante el Subcomité de Contraterrorismo, Contrainteligencia y Contraproliferación del Comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes.
El evento de hoy se produce cinco meses después de que una Ley de Autorización de la Defensa Nacional exigiera que las fuerzas armadas establecieran una oficina permanente para reunirse y analizar el problema de los UAP. Ese documento también pedía un informe anual y sesiones informativas semestrales para el Congreso.
“El pueblo estadounidense espera y merece que sus líderes en el gobierno y la inteligencia evalúen seriamente y respondan a cualquier riesgo potencial para la seguridad nacional, especialmente a aquellos que no entendemos completamente”, dijo el legislador André Carson (D-Indiana) antes de la audiencia. “Desde que llegué al Congreso, me he centrado en el tema de los fenómenos aéreos no identificados como una amenaza a la seguridad nacional y un interés de gran importancia para el público estadounidense”, precisó.
Para investigar los FANI o UAP, se creó el Grupo de Sincronización de Gestión e Identificación de Objetos Aerotransportados (AOIMSG), se creó dentro de la oficina de Moultrie. La participación de Bray tiene sentido, dado que los pilotos de la Marina, entre otros, han realizado avistamientos de UAP de alto perfil en las últimas dos décadas
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