El Servicio Estatal de Emergencias indicó que, hasta el momento, 10 personas fueron rescatadas y hospitalizadas para ser examinadas, entre ellas una mujer embarazada.
Al menos tres personas murieron la madrugada de este jueves tras un bombardeo ruso contra un edificio de civiles en la ciudad ucraniana de Zaporizhzhia, en el sureste del país, así lo informó el secretario del Ayuntamiento, Anatoly Kurtev, y el Servicio Estatal de Emergencias.
Los rusos “destruyeron casi por completo un edificio de cinco plantas. La gente está bajo los escombros. Según información preliminar, dos personas fallecieron”, escribió Kurtev en su cuenta de Telegram, antes de que se confirmara una tercera víctima.
El Servicio Estatal de Emergencias señaló que se retiraron debajo de los escombros los cuerpos sin vida de tres personas. Hasta el momento 11 personas fueron rescatadas y hospitalizadas para ser examinadas, entre ellas una mujer embarazada, y otras 20 personas fueron evacuadas.
Como consecuencia del ataque, “las plantas 5 a 1 de una misma entrada de un edificio residencial fueron destruidas”, explicó.
Un total de 90 personas, incluidos tres psicólogos, y 24 unidades participaron en las operaciones de búsqueda y rescate, añadió el Servicio Estatal de Emergencias. El presidente ucraniano, Volodimir Zelensky, afirmó que ciudades y distritos en primera línea del frente están sujetos “al bombardeo ruso todos los días y noches”.
“Es un terror deliberado. Nikopol y otras comunidades de la región de Dnipropetrovsk, Zaporizhzhia, Kherson, la parte de primera línea del Donbás, Kharkiv, las provincias de Sumi y Chernígov” sufren estos ataques, agregó Zelensky.
Por su parte, el gobernador de la ciudad ucraniana de Poltava, Dimitro Lunin, informó este miércoles de una serie de ataques con misiles lanzados por las Fuerzas Armadas rusas contra el territorio y que han impactado en infraestructuras críticas y civiles.
“El enemigo lanzó un ataque con misiles contra infraestructuras críticas y civiles en el distrito de Kremenchuk”, denunció el gobernador de Poltava, región ubicada en el centroeste de Ucrania, fronteriza con Kharkiv.
Las autoridades regionales indicaron que están recabando información sobre las posibles víctimas y el alcance de la destrucción causada por esta nueva ofensiva atribuida a las tropas rusas.
Este nuevo bombardeo se da en una jornada en la que desde la parte ucraniana se ha informado de la presencia de drones de fabricación iraní, lanzados por Rusia y cuyo objetivo serían precisamente instalaciones críticas.
Entretanto, el asesor de la Presidencia de Ucrania, Mijailo Podoliak, denunció que aún existen importantes empresas europeas que siguen operando en territorio ruso y que, con sus impuestos, “están financiando la guerra”, por lo que deberían ser sancionadas.
Podoliak señaló directamente a Raiffeisenbank, la filial rusa de la entidad bancaria austriaca Raiffeisen Banking Group; la multinacional alemana Metro; o el grupo francés Auchan, según recoge la agencia Ukrinform.
“Al pagar impuestos a Rusia, en realidad están financiando la guerra como tal (...). Y parece, por decirlo suavemente, un poco extraño. Así que, por supuesto, hay muchos más empresas que necesitan imponer sanciones”, recriminó Podoliak.
En esta línea, el principal asesor de la Presidencia ucraniana lamentó que en Europa existan “ciertas fuerzas” a las que, “después de todo”, les “gustaría que Rusia siga siendo un socio en el mercado”.
Podoliak remarcó que para acabar con la guerra en Ucrania es necesario no solo abastecer de armamento al país, sino limitar también al máximo las aportaciones económicas a Rusia, evitando por tanto los impuestos.
“Es obvio. No se pueden dar armas con una mano a Ucrania y con la otra apoyar la financiación del Ejército ruso a través de los sistemas fiscales. Es necesario hablar de esto directamente, nombrar claramente aquellas empresas que pagan impuestos en Rusia y sobre las cuales se deben imponer sanciones”, sentenció.
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