El Secretario de Estado norteamericano participará a una conferencia de jefes de gobierno de la Comunidad del Caribe. Debatirán medidas para favorecer la transición política en el país y atender la crisis de seguridad desatada por bandas armadas.
El secretario de Estado de EE. UU., Antony Blinken, viaja este lunes a Jamaica para asistir a una conferencia de jefes de gobierno de la Comunidad del Caribe (CARICOM) donde se discutirá una transición política en Haití, informó el Departamento de Estado.
“El secretario discutirá la propuesta de colaboración desarrollada con CARICOM y partes haitianas interesadas para adelantar una transición política en Haití”, indicó el comunicado.
Esa transición, añadió, incluye “la creación de un colegio presidencial independiente, y de amplia base, como asimismo el despliegue de una Misión Multinacional de Apoyo a la Seguridad para atender la actual crisis de seguridad”.
Durante su estancia en Kingston, Blinken se reunirá con el primer ministro jamaicano, Andrew Holness, “para hablar de asuntos bilaterales y regionales”.
Se prevé que el primer ministro de Haití, Ariel Henry, quien no ha podido regresar a su país debido a la violencia, asistirá a la reunión a puertas cerradas.
Además de Blinken, el subsecretario para Asuntos del Hemisferio Occidental, Brian Nichols, también asistirá al encuentro.
Pero persisten temores de que no se podrá hallar una solución a largo plazo.
“Si bien estamos logrando un progreso considerable, los países involucrados todavía no están donde deben estar”, declaró CARICOM en un comunicado el viernes al anunciar el encuentro a realizarse en Jamaica.
Violencia creciente
Efectivos militares estadounidenses se apostaron durante el fin de semana en Puerto Príncipe para reforzar la protección de la embajada de EE.UU. en Haití, según informó el Comando Sur de las fuerzas armadas estadounidenses.
La operación estadounidense tuvo lugar durante el fin de semana mientras continuaban los ataques de bandas armadas en el área metropolitana de la capital haitiana, incluida Tabarre, donde se encuentra la embajada de Estados Unidos.
La violencia en Puerto Príncipe ha aumentado significativamente desde que el 28 de febrero se conociera que el primer ministro Ariel Henry se había comprometido a celebrar elecciones antes de finales de agosto de 2025, una fecha muy lejana si se tiene en cuenta que el primer ministro debió concluir su mandato el pasado 7 de febrero, según un acuerdo de 2022.
Decenas de personas han muerto y más de 15.000 perdieron sus viviendas al huir de vecindarios atacados por las pandillas. El país lidia con una escasez de comida y agua a medida que quioscos y negocios se han quedado sin productos. El principal puerto de Puerto Príncipe sigue cerrado, lo que ha dejado varados a decenas de contenedores con suministros cruciales.
Debido al empeoramiento de la crisis, la Unión Europea evacuó a todo su personal de Haití. El bloque se dijo “extremadamente preocupado” por los acontecimientos ocurridos de los últimos días en el país.
Henry sigue sin poder entrar al país. La semana pasada aterrizó en Puerto Rico luego que República Dominicana, país con que Haití comparte la isla de La Española, le prohibió la entrada.
Cuando estallaron los ataques, Henry se hallaba en Kenia impulsando un plan respaldado por la ONU para desplegar policías de ese país africano en Haití. El plan se ha visto demorado por el fallo de un tribunal keniano.
Un número creciente de personas exige la renuncia de Henry, que no ha ofrecido ningún comentario público desde que comenzaron los ataques.
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