La aceptación del ultraderechista se ha visto mermada por su gestión de la pandemia y, además, enfrenta varios pedidos de 'impeachment'.
El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, nombró al senador Ciro Nogueira como nuevo ministro de la Presidencia del Gobierno, dentro de una pequeña reforma ministerial ya anunciada por el mandatario en un intento de fortalecerse políticamente.
"Acabo de aceptar la honorable invitación del presidente Jair Bolsonaro para asumir la Casa Civil", anunció el senador en Twitter.
Nogueira es presidente del derechista Partido Progresistas (PP) y miembro del "centrao" (gran centro), un influyente grupo de partidos conservadores del Congreso, conocido por negociar su apoyo al gobierno de turno a cambio de cargos, y cuyo soporte es fundamental para Bolsonaro en un momento en el que su popularidad está en caída libre.
Con la elección de Nogueira, de 52 años, para este cargo, uno de los más importantes dentro del Gobierno, el presidente intenta estrechar los lazos con este grupo y mejorar sus relaciones con el Senado, donde actualmente una comisión de investigación analiza la gestión de la pandemia del Ejecutivo del ultraderechista.
Cambios ministeriales
Nogueira sustituye a Luiz Eduardo Ramos, que está previsto que asuma la Secretaria General de la Presidencia, dirigida hasta ahora por Onyx Lorenzoni. A su vez, Lorenzoni pasará a encabezar el Ministerio de Trabajo, que se volverá a crear después de que al comienzo del mandato de Bolsonaro se integrase en el Ministerio de Economía.
Bolsonaro ya ha llevado a cabo varias reformas ministeriales, la última en abril, cuando cambió a siete ministros.
Actualmente, el presidente se encuentra en el punto de mira de esta comisión por las irregularidades en un contrato de compra de la vacuna india Covaxin, que nunca se llegó a efectuar. La Policía investiga si cometió prevaricación al no denunciar el caso del que supuestamente estaba enterado.
Esta polémica provocó que varios partidos políticos y diferentes entidades presentasen un superpedido de 'impeachment' contra el presidente, cuya popularidad se ha visto principalmente mermada por su gestión de la pandemia, que ya ha dejado en este país más de 550.000 fallecidos.
Esta insatisfacción también se ha trasladado a las calles donde el pasado fin de semana, decenas de miles de personas exigieron su destitución, en la cuarta jornada nacional de movilizaciones antigubernamentales convocadas por partidos políticos, organizaciones sindicales y movimientos sociales desde finales de mayo.
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