A las formulaciones contra el COVID-19 autorizadas de emergencia por la pandemia, se sumarían casi 200 que están en estudio. Qué tipos de plataformas se investigan y por qué se necesitan nuevas vacunas.
Las vacunas autorizadas de emergencia en diciembre de 2020 son las que hasta la actualidad se utilizan para prevenir las formas graves del COVID-19 en todo el mundo. Y si bien hasta la fecha no se dio a conocer ninguna otra formulación que haya pasado las fases de estudio para ser autorizada, existen sólo en los Estados Unidos más de 40 que se están siendo sometidas a ensayos clínicos.
Vaibhav Upadhyay y Krishna Mallela son dos científicos de la Universidad de Colorado, que estudiaron la proteína espiga del coronavirus desde el estallido de la pandemia, y juntos investigan y desarrollan tratamientos contra el COVID-19. A continuación, respondieron cinco preguntas acerca de qué vacunas están en estudio y por qué algunas de ellas se espera que sean superadoras de las que están disponibles ahora, según publicó el sitio Medical Press.
1. ¿Por qué hay compañías farmacéuticas trabajando en nuevas vacunas?
Una de las principales razones, y que responde a que el mundo todavía esté lidiando con el COVID-19 a más de dos años de su aparición, es el continuo surgimiento de nuevas variantes.
La mayoría de las diferencias entre las variantes son cambios en la proteína espiga, que se encuentra en la superficie del virus y lo ayuda a ingresar e infectar las células. Y dado que algunos de estos pequeños cambios en la proteína espiga le permitieron al coronavirus infectar células humanas de manera más eficiente, ésto llevó a que las vacunas anteriores o las infecciones por COVID-19 previas brinden menos protección contra las nuevas variantes.
2. ¿Qué tipos de vacunas se están estudiando?
Hasta el momento, se aprobaron 38 vacunas en todo el mundo para prevenir el nuevo coronavirus SARS-CoV-2, y otras 195 candidatas en diferentes etapas de desarrollo se encuentran en estudio en todo el mundo.
Las vacunas contra el COVID-19 se pueden dividir en cuatro clases: virus completo, vector viral, basada en proteínas y de ARN mensajero. Las vacunas de virus completo generan inmunidad utilizando un virus SARS-CoV-2 completo, aunque debilitado, llamado inactivado o atenuado. Hay dos candidatas más en esta categoría en ensayos clínicos en los EE UU.
En tanto las de vectores virales son una variación de este enfoque. En lugar de usar el coronavirus completo, usan una versión modificada de un adenovirus inofensivo que transporta partes de la proteína de pico del coronavirus. Las vacunas de Johnson & Johnson y AstraZeneca son algunas de las que utilizan esta tecnología; y hay otras 15 en estudio en los EEUU.
Las vacunas a base de proteínas usan sólo la proteína del pico o parte de la proteína del pico para generar inmunidad. Cinco formulaciones que utilizan esta plataforma están siendo sometidas a ensayos clínicos.
Y por último las vacunas basadas en ácidos nucleicos están hechas de material genético, como ADN o ARN, que codifica la proteína de punta del coronavirus. Hay 17 vacunas de ARN y dos de ADN en ensayos clínicos en los EEUU, algunas de ellas utilizan el material genético de variantes más nuevas, incluidas versiones actualizadas de las vacunas Moderna y Pfizer.
3. ¿Serán mejores las vacunas nuevas que las existentes?
Más que hablar de mejores o peores, los especialistas prefirieron aclarar que las formulaciones actuales se basan en la cepa original del coronavirus y son menos efectivas frente a las nuevas variantes, mientras que las vacunas basadas en nuevas variantes se espera que brinden una mejor protección contra esas cepas más nuevas.
Si bien a estos fines es importante actualizar las vacunas de ácido nucleico, algunas investigaciones sugieren que las vacunas de vectores virales o de virus completo podrían ser más eficaces contra nuevas variantes, sin necesidad de actualizarlas.
4. ¿Tienen alguna ventaja sobre las otras las vacunas de virus completo?
A diferencia de las vacunas a base de ácido nucleico y de proteínas, que utilizan únicamente la proteína de pico para producir una respuesta inmunitaria, en las vacunas de virus completo, el sistema inmunitario no sólo reconoce la proteína espiga, sino también a todas las demás partes del coronavirus.
Otro beneficio de las vacunas de virus completo y vector viral es la facilidad de almacenamiento y envío, a diferencia de las de ARNm que deben almacenarse y distribuirse a temperaturas ultra frías.
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