Hace casi 8 meses que el Pentágono tenía un titular interino. El funcionario obtuvo un sólido apoyo de ambos partidos en la Cámara Alta
El Senado de Estados Unidos confirmó este martes a Mark Esper como secretario de Defensa, poniendo fina al periodo más largo que ha pasado el Pentágono con titular interino, en momentos en que crece la tensión con Irán y Washington busca cerrar el capítulo en Afganistán.
El segundo secretario de Defensa del presidente estadounidense Donald Trump asumirá el cargo casi siete meses después de la sonada renuncia de Jim Mattis, un respetado militar que dejó la cartera debido a sus desacuerdos sobre la política del mandatario en Medio Oriente y Afganistán.
Esper, de 55 años, quien ejercía desde 2017 como secretario del Ejército y tiene una carrera militar, tuvo un sólido apoyo de ambos partidos en el Senado, que lo confirmó por 90 votos contra ocho.
Según el Pentágono, Esper debería jurar el cargo este martes en la tarde.
Su confirmación se produce en momentos en que Estados Unidos sigue involucrado en dos guerras -Siria y Afganistán- y crece la tensión con Irán.
El líder de la mayoría republicana del Senado, Mitch McConnell alabó la trayectoria de Esper, a quien definió como un "candidato bien preparado", que tiene el respeto del sector de la seguridad nacional y está listo para comenzar a trabajar.
Una larga carrera militar y en el sector privado
Nacido en 1964, Esper se graduó en Ciencias en West Point a los 23 años antes de incorporarse al Ejército como oficial de infantería, lo que le llevó a participar en la primera Guerra del Golfo.
Sus acciones en el frente le llevaron a ser condecorado con una Estrella de Bronce y con una Legión del Mérito.
A su vuelta a Estados Unidos, mientras continuaba en el servicio activo, sacó tiempo para completar una maestría en Administración Pública en la prestigiosa Universidad de Harvard.
Tras diez años de servicio, decidió abandonar las Fuerzas Armadas y comenzó a trabajar para la Heritage Foundation, un centro de estudios conservador con una gran influencia en Washington.
Desde esta institución dio el salto al servicio público y se incorporó al personal del comité de Relaciones Internacionales del Senado, y entre 2001 y 2002 ejerció como director de políticas públicas del comité de Servicios Armados de la Cámara de Representantes.
Fue entonces cuando le llegó su primera llamada de la Casa Blanca.
En 2002, la Administración del entonces presidente George W. Bush le ofreció incorporarse al Pentágono como subsecretario de Negociaciones del Departamento de Defensa.
Este cargo le dio la oportunidad de trabajar en asuntos relacionados con el control de armas, la seguridad internacional o la no proliferación nuclear.
Tras su breve paso por la cartera de Defensa, volvió al sector privado para trabajar en instituciones como la Asociación de Industrias Aeroespaciales o la multinacional Raytheon, uno de los principales contratistas del Pentágono.
Su trabajo para este empresa, para la que se desempeñó como líder de su grupo de presión en Washington, ha sido la única sombra a la que Esper ha tenido que hacer frente durante su proceso de confirmación.
Con información de AFP y EFE
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