La fama de algunas de ellas supera fronteras y son las más abundantes en la mayoría de los países. Y es que su carácter, su inteligencia y su aspecto les han procurado un puesto en lo más alto del ranking de popularidad de razas felinas.
Los gatos, esos enigmáticos animales que se acurrucarán a tu lado buscando mimos o te evadirán durante horas sin siquiera cruzar miradas, son compañeros de por vida y dependiendo de su raza tendrán mejor o peor carácter con su amo y con todo lo que les rodea.
La Asociación Internacional de Gatos reconoce 71 razas de gatos, que van desde el gato siamés comúnmente conocido hasta el único azul ruso. Por su parte, Cat Fanciers Association, la Asociación de Aficionados al Gato en español, reconoce 45 razas de gatos. Cada raza de gato doméstico exhibe rasgos únicos. Los más populares son cariñosos, tranquilos y buenos con la gente.
Encontrar el gato perfecto o hacer una elección correcta puede ser todo un reto, y siempre pasa por saber cómo cuidar de él. Antes de sumar un integrante más a la familia, tenemos que asegurarnos de poder cumplir con todo lo que ellos necesitan. Y esto implica consenso familiar, tiempo, espacio, capacidad económica y paciencia. “Uno puede construir un vínculo con un animal a partir de sus sentimientos, expectativas, algo que escuchó o aprendió en la escuela, o a partir experiencias previas con otros animales. Sin embargo, lo interesante es construir un vínculo a partir de lo que necesita el animal. Esta forma de construir un vínculo multiespecie va a permitir que ambos convivan en un hogar y no que el amo lo ‘tenga’”, explicó la veterinaria Jimena Mangas, docente universitaria y especialista en Bienestar Animal.
María Virginia Ragau, médica veterinaria especialista en Etología Clínica, disciplina o rama de la biología y de la psicología experimental que estudia el comportamiento de los animales en sus medios naturales, en situación de libertad o en condiciones de laboratorio y/o encierro, sostiene que “para aquellos que buscan un animal independiente, el gato es la especie ideal. Y es muy diferente al perro; si bien puede llegar a ser amistoso y compañero del humano, siempre será bajo sus propias condiciones. Es mucho más independiente e incluso acepta el contacto hasta cierto punto; no es ni tan dócil ni tan apegado como lo es el perro”.
“Una de las características que hace que las personas prefieran adoptar un gato antes que un perro es que éste se adapta fácilmente a todo tipo de viviendas. Sin embargo, no podemos olvidarnos de que si vamos a tener un gato en una vivienda pequeña como puede ser un departamento, tiene que estar preparada para que el animal pueda desarrollar el comportamiento normal de un felino. Por ejemplo, que tenga superficies elevadas para trepar, rascadores para afilar sus uñas, lugares seguros para esconderse y juguetes adecuados para su entretenimiento”, aseveró la experta en diálogo con este medio.
Indudablemente, muchas personas prefieren al gato como animal de compañía. “Si bien hay una gran cantidad de razas, al que vemos con más frecuencia es al llamado gato común europeo. Es atigrado, jaspeado, bicolor, tricolor (en las hembras), de pelo corto o de pelo largo. Es un gato de tamaño mediano, que puede pesar entre 3 y 5 kg, y que tiene una esperanza de vida de 15 años promedio. Tiene un rostro redondeado, cola gruesa y manto suave. Su color de ojos puede ser amarillo, verde o azul. Es un gato activo, inteligente, afectuoso y con importantes aptitudes cazadoras. Es un animal independiente, inteligente y limpio porque aprende rápidamente los hábitos higiénicos. Si bien estos rasgos de carácter son generales, su personalidad va a depender de la parte genética pero fundamentalmente de la crianza. Es la experiencia de los primeros meses de vida lo que va a determinar el carácter de ese gato en su vida adulta”, finalizó Ragau.
Comments