El nuevo presupuesto será de 6.000 millones de dólares para los dos próximos años, lo que representa el 2,5% del PBI del país.
El primer ministro británico, Rishi Sunak, prometió este lunes aumentar el financiamiento militar británico en 5.000 millones de libras (6.000 millones de dólares) en los dos próximos años como respuesta a la invasión rusa en Ucrania y el “desafío histórico” planteado por China.
El incremento, que forma parte de una gran revisión de la política exterior y de defensa británica, está por debajo de lo que pedían los mandos militares. Sunak dijo que Gran Bretaña aumentará el gasto militar al 2,5% del producto interno bruto “en el largo plazo”, pero no fijó una fecha. Gran Bretaña dedica ahora poco más del 2% de su PIB a defensa, una cifra que los mandos militares querían subir al 3%.
El dinero adicional se utilizará en parte para reponer las reservas británicas de munición, mermadas por los suministros enviados a Ucrania para su defensa contra Rusia. Otra parte se destinará a un acuerdo entre Gran Bretaña, Estados Unidos y Australia para construir submarinos nucleares.
Sunak tenía previsto reunirse el lunes en San Diego con el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y el primer ministro de Australia, Anthony Albanese, para confirmar los siguientes pasos de su pacto militar, conocido como AUKUS, alcanzado por los tres países en 2021 entre crecientes preocupaciones por la actividad de China en el Pacífico.
El último marco británico de defensa, seguridad y política exterior, conocido como Revisión Integrada, se hizo en 2021. El gobierno ordenó actualizarlo en respuesta a la creciente inestabilidad global.
La invasión rusa de Ucrania en febrero de 2022 trastocó la seguridad europea. Además, Londres está cada vez más preocupado por lo que el gobierno define como “el desafío histórico planteado por la cada vez más preocupante actividad militar, financiera y diplomática del Partido Comunista Chino”.
Las agencias británicas de inteligencia han expresado su preocupación por el poderío militar chino, sus actividades encubiertas y su influencia económica. Ken McCallum, jefe de la agencia de espionaje interno MI5, dijo en noviembre que “las actividades del Partido Comunista China plantean el desafío estratégico más decisivo para Reino Unido”.
Esa preocupación ha provocado una campaña general en el gobierno centrada en China, lo que incluye formación para que funcionarios británicos aprendan mandarín y un esfuerzo por conseguir nuevas fuentes de minerales clave necesarios para tecnología. Sunak también ha recalcado la necesidad de los lazos económicos con Beijing, para enojo de miembros más beligerantes del Partido Conservador que dirige.
En declaraciones durante su viaje a Estados Unidos, Sunak dijo que China “plantea un desafío histórico para nosotros y para el orden mundial. Es un régimen cada vez más autoritario en su país y asertivo en el extranjero, y tiene un deseo de transformar el orden mundial”.
Sin embargo, señaló, “no se puede ignorar a China” dado el tamaño de su economía. “Está bien tratar con China, en los asuntos en los que podemos encontrar terreno común y marcar una diferencia, por ejemplo cambio climático, salud global, estabilidad macroeconómica”, comentó. “Esa es la estrategia adecuada, al mismo tiempo que ser muy firmes en defender nuestros valores y nuestros intereses”, añadió.
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