La liberación de Travis King se produjo tras una gestión que involucró a China y Suecia, además de los dos países directamente involucrados.
El soldado estadounidense que entró corriendo en Corea del Norte tras atravesar la fortificada frontera entre las dos coreas llegó el jueves de madrugada a Estados Unidos, según parecía mostrar un video.
La liberación del soldado Travis King se consiguió con ayuda de la aliada Suecia y la rival China, indicó el miércoles la Casa Blanca.
En el video, el soldado parecía bajar de un avión en San Antonio, Texas. Vestido con ropa de civil, habló brevemente con personas que esperaban en la pista de aterrizaje y estrechó la mano de una antes de ser guiado hasta un edificio.
El régimen de Corea del Norte había anunciado de improviso el miércoles que expulsaría a King. No estaba claro por qué el país, que tiene tensas relaciones con Washington debido al programa nuclear de Pyongyang, el apoyo a la guerra de Rusia en Ucrania y otros asuntos, había aceptado entregarlo o por qué el soldado había huido en un principio.
King, quien había servido en Corea del Sur, cruzó a la carrera hacia Corea del Norte mientras se encontraba en un recorrido turístico en una aldea fronteriza el 18 de julio, convirtiéndose en el primer estadounidense confirmado en ser detenido en Corea del Norte en casi cinco años.
En ese momento se suponía que King debía estar camino de la base de Fort Bliss, Texas, tras purgar una pena por agresión en una cárcel surcoreana.
Casi con certeza, su liberación no era el final de sus problemas. Ha sido declarado como ausente sin licencia por el Ejército, lo que puede suponer detención en una cárcel militar, la retención del sueldo o una expulsión sin honores.
Funcionarios suecos llevaron a King el miércoles hasta la frontera con China, donde fue recibido por el embajador estadounidense en China, Nicholas Burns, el embajador sueco en China y al menos un funcionario del Departamento estadounidense de Defensa. Miembros del gobierno de Biden insistieron en que no habían hecho concesiones a Corea del Norte para conseguir la liberación del soldado.
King viajó por aire hasta una base militar estadounidense en Corea del Sur antes de regresar a Estados Unidos.
Corea del Norte había dicho horas antes que expulsaría al soldado norteamericano, para sorpresa de algunos observadores que habían pronosticado que Pyongyang prolongaría su detención con la esperanza de obtener concesiones de Washington en una época de alta tensión entre los dos países.
Aunque la expulsión de King resuelve un episodio aún rodeado de misterio, casi con certeza no pone fin a sus problemas ni le asegura la clase de festejos que suelen acompañar la liberación de otros estadounidenses presos en el exterior.
King fue entregado a las autoridades estadounidenses en China, dijo una de las fuentes. Ambas fuentes hablaron a condición de anonimato al anticiparse a un anuncio oficial.
El miércoles, la agencia noticiosa oficial del Norte KCNA informó que las autoridades habían finalizado el interrogatorio de King. Dijo que confesó que entró ilegalmente al Norte “debido al malestar que sentía por el trato inhumano y la discriminación racial” en el ejército estadounidense y estaba “desilusionado con la desigualdad en la sociedad estadounidense “.
Pyongyang ha atribuido declaraciones similares a King con anterioridad, y es imposible verificar su autenticidad.
En una entrevista el mes pasado con Associated Press, la madre de King, Claudine Gates, dijo que su hijo tenía motivos para regresar.
“No concibo que quiera quedarse en Corea, teniendo familia en Estados Unidos. Tiene tantas razones para regresar”, dijo.
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