El fundador de Tesla y SpaceX participó en una charla virtual con dos legisladores de EEUU sobre los desafíos y oportunidades de esta nueva tecnología y coincidieron en la necesidad de su regulación.
El magnate Elon Musk aseguró este miércoles que en unos “cinco o seis años” habrá surgido una “superinteligencia” artificial, capaz de superar a cualquier ser humano en cualquier disciplina.
“Eso no significa necesariamente que sea más inteligente que la suma de todos los humanos”, explicó Musk durante un evento en Twitter junto a dos congresistas estadounidenses.
El evento, realizado a través de la función “Spaces” de la plataforma, buscaba mantener una conversación sobre el futuro y los peligros de la inteligencia artificial (IA), y en él participaron el representante demócrata por California Ro Khanna y el representante republicano por Wisconsin Mike Gallagher.
Los tres participantes estuvieron de acuerdo en la importancia de regular el desarrollo de las tecnologías de IA, aunque con diferencias en el enfoque.
Khanna abogó por la creación de una agencia al estilo de la Administración de Alimentos y Fármacos (FDA), con especialistas que garanticen la seguridad de los productos en el mercado.
Gallagher, sin embargo, consideró que una agencia de este tipo no podría ser lo suficientemente dinámica para mantenerse al tanto de todas las innovaciones con rapidez.
Lanzamiento de xAI
La conversación se produjo el mismo día en que Musk anunció su nueva empresa de IA, xAI, cuyo propósito, asegura, será “comprender la verdadera naturaleza del universo”.
Según la web de la firma, el proyecto estará liderado por el propio Musk y cuenta con un equipo de una decena de personas que han trabajado en empresas como DeepMind, OpenAI, Google Research, Microsoft Research y Tesla.
La compañía tiene previsto organizar una conferencia a través de Twitter este viernes en la que los interesados podrán conocer al equipo y hacerles preguntas y está buscando ingenieros e investigadores para unirse a su plantilla.
Musk ha alertado en los últimos meses de los peligros que plantea la inteligencia artificial y el pasado mes de marzo pidió junto a otros empresarios e investigadores la suspensión durante seis meses de los sistemas “más poderosos que GPT-4″, el último modelo lanzado por OpenAI.
Sin embargo, en abril ya había adelantado que estaba preparando su propio proyecto de inteligencia artificial como una alternativa a los sistemas desarrollados por Google u OpenAI, aliada de Microsoft, a los que criticaba por estar “siendo entrenados para ser políticamente correctos”.
“El peligro de entrenar a la IA para ser “woke” -en otras palabras, para mentir- es mortal”, escribió alguna vez en Twitter. Según dijo entonces en una entrevista con Fox News, su iniciativa busca ser una “tercera opción” y confía en que, aunque “llega tarde” a la carrera, su proyecto “haga más bien que mal”.
Musk es cofundador de OpenAI, fue uno de sus primeros inversores y llegó a ser copresidente. No obstante, en 2018 se convirtió en una sociedad limitada (LP, por sus siglas en inglés) y el empresario dejó su directiva.
Desde que la empresa sacó al mercado su popular ChatGPT, Musk ha defendido que sin sus inversiones iniciales OpenAI no existiría, pero también ha criticado en numerosas ocasiones el trabajo hecho por la compañía.
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