El gobierno de Joe Biden busca imponer tarifas a productos estratégicamente importantes provenientes del gigante asiático.
El Gobierno estadounidense de Biden está estudiando la posibilidad de imponer aranceles a algunos productos chinos, entre ellos los vehículos eléctricos, según informó el miércoles el Wall Street Journal, citando a personas familiarizadas con el asunto.
Las exportaciones chinas de vehículos han crecido en los últimos años, impulsadas por el exceso de capacidad y la ralentización de la demanda interna en el mayor mercado automovilístico del mundo, y se espera que aumenten un 25% el próximo año, hasta los 5,3 millones de unidades, según China Merchants Bank International.
La información del Journal sigue a la petición hecha el mes pasado a la Administración por un grupo bipartidista de parlamentarios estadounidenses para que aumente los aranceles sobre los vehículos fabricados en China e investigue formas de impedir que las empresas chinas exporten a Estados Unidos desde México.
Los automóviles chinos se enfrentan actualmente a un gravamen del 25% introducido durante la administración del expresidente Donald Trump y ampliado por su sucesor.
El Gobierno de Estados Unidos está debatiendo los aranceles de la era Trump sobre aproximadamente 300.000 millones de dólares de productos chinos, con el objetivo de que a principios del próximo año concluya una larga revisión de los aranceles, agregó el diario.
La administración de Biden también está considerando reducir los aranceles sobre algunos productos de consumo chinos que los representantes no ven como estratégicamente importantes, además de los posibles aumentos en los productos de energía limpia, dijo el periódico.
Los fabricantes de automóviles extranjeros, entre ellos Tesla, también utilizan China como importante centro de exportación.
Los legisladores han dicho anteriormente que los fabricantes de automóviles estadounidenses están exportando vehículos fabricados en China a Estados Unidos, una señal de que los actuales aranceles a la importación son insuficientes.
China adelantó que seguirá de cerca la evolución de los acontecimientos y tomará las medidas necesarias para salvaguardar sus intereses legítimos, según respondió un portavoz de su Ministerio de Asuntos Exteriores en una sesión informativa diaria celebrada el jueves.
La oficina del Representante de Comercio de EEUU y el Consejo de Seguridad Nacional no contestaron inmediatamente a una solicitud de Reuters para hacer comentarios.
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