El F-22 Raptor que partió de la base Langley voló a 17 mil metros de altura y disparó un misil valuado en 400 mil dólares para derribar el dispositivo de vigilancia del régimen de Xi Jinping.
Un caza F-22 Raptor de la Fuerza Aérea estadounidense fue el encargado de derribar al globo espía chino que sobrevolaba el terriotio norteamericano, luego de esperar a que esté sobre el océano para evitar que caiga sobre zonas pobladas.
A las 14.39 horas del sábado, mientras el globo volaba en el espacio aéreo estadounidense a unas 6 millas náuticas de la costa de Carolina del Sur, el F-22 que partió de la base Langley de la Fuerza Aérea de Virginia -y volaba a una altitud de 17 mil metros- disparó un AIM-9X Sidewinder contra él. El Sidewinder es un misil de corto alcance, valuado en 400 mil dólares, utilizado por la Armada y las Fuerzas Aéreas principalmente para enfrentamientos aire-aire. Mide unos tres metros de largo y pesa alrededor de 90 kilos.
Las noticias en directo mostraron el momento del impacto, cuando el globo se desplomó e inició una larga caída en el Atlántico. El F-22 fue apoyado por una serie de cazas y naves de la Fuerza Aérea y de la Guardia Nacional Aérea, incluidos F-15 de Massachusetts y naves de Oregón, Montana, Massachusetts, Carolina del Sur y Carolina del Norte. Todos los pilotos regresaron sanos y salvos a la base y no hubo heridos ni otros daños en tierra, según informó un alto cargo militar a la prensa en una sesión informativa celebrada el sábado.
A diferencia del F-22, otros aviones de combate como los populares F-16 y F-15 solo pueden alcanzar alturas de 18 mil metros. Lo cual, en el caso del globo espía chino, hubiese dificultado la misión, ya que por momentos voló por encima de ese límite.
El globo pasó varios días sobrevolando Norteamérica antes de ser apuntada frente a la costa del estado suroriental de Carolina del Sur, cayendo en aguas relativamente poco profundas de sólo 14 metros de profundidad.
El sábado por la tarde los militares tuvieron la primera oportunidad de derribar el globo “de forma que no supusiera una amenaza para la seguridad de los estadounidenses”, declaró a la prensa un alto cargo de Defensa, al tiempo que permitía a las autoridades recoger los restos caídos en aguas territoriales de Estados Unidos.
En un video publicado en las redes sociales por testigos presenciales, el globo parecía desintegrarse en un soplo blanco antes de que sus restos cayeran verticalmente en el Océano Atlántico.
Chuck Schumer, líder demócrata en el Senado, insistió en que la Administración había tomado la decisión correcta. “Enviamos un mensaje claro a China de que esto es inaceptable”, dijo en un comunicado. “Protegimos a los civiles. Obtuvimos más información al tiempo que protegíamos nuestra propia información sensible”. El derribo del globo por un avión de combate F-22 “no sólo era la opción más segura, sino que era la que maximizaba nuestra ganancia de información”, dijo Schumer - porque cualquier instrumentación en el dirigible tenía más probabilidades de sobrevivir a un aterrizaje en el agua. Dijo que el Senado en pleno recibiría una sesión informativa clasificada el 15 de febrero.
RECOGIENDO LOS PEDAZOS
Mientras el globo desinflado descendía lentamente, los buques de la Marina estadounidense ya se habían desplazado al lugar para recoger los restos. La Administración Federal de Aviación había cerrado temporalmente el espacio aéreo sobre la costa de Carolina, incluidos los aeropuertos de Myrtle Beach y Charleston (Carolina del Sur) y Wilmington (Carolina del Norte). Y la FAA y la Guardia Costera trabajaron para despejar el espacio aéreo y el agua bajo el globo.
Una vez que el globo se estrelló en el agua, según las autoridades estadounidenses, el campo de escombros se extendía por lo menos 10 kilómetros. La profundidad es menor de lo que habían planeado, lo que facilita la recuperación de piezas del paquete de sensores y otras partes que puedan ser rescatables.
El USS Oscar Austin, un destructor de la Armada, el USS Carter Hall, un buque de desembarco en muelle, y el USS Philippine Sea, un crucero de misiles guiados, forman parte de las tareas de recuperación, y en unos días llegará un buque de salvamento. Los buzos de la Marina estarán presentes en caso necesario, junto con naves no tripuladas que pueden recuperar los restos y elevarlos de nuevo a los buques. El FBI también estará presente para clasificar y evaluar todo lo que se recupere, dijeron los funcionarios.
En cuanto al valor de inteligencia, los funcionarios estadounidenses dijeron que el viaje del globo a través de los EEUU dio a los expertos varios días para analizarlo, recopilar datos técnicos, y aprender mucho acerca de lo que estaba haciendo, cómo lo estaba haciendo y por qué China puede estar utilizando cosas como esta. Se negaron a dar detalles, pero dijeron que esperan saber más a medida que recojan y analicen los restos.
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