El presidente de la federación española se encuentra bajo investigación por el beso que le dio a la jugadora Jenni Hermoso durante la premiación del seleccionado femenino en el Mundial.
El escándalo de Luis Rubiales después de la consagración de España del Mundial femenino celebrado en Australia y Nueva Zelanda sigue sumando capítulos. Mientras avanza la investigación por su beso a la jugadora Jenni Hermoso, se han revelado episodios poco conocidos sobre el presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) que exponen un comportamiento poco profesional.
En este caso, el portal británico The Sun ha logrado obtener declaraciones por parte de una vecina del barrio de Salobreña, Granada, en donde el dirigente realizó varias fiestas con mujeres durante la pandemia del coronavirus. Si bien ya se habían conocido detalles de estas reuniones en las que el sexo y el alcohol eran moneda corriente, la voz de una testigo ayuda a comprender más sobre lo que fueron aquellas jornadas de jolgorio.
Una vecina de la propiedad utilizada por Rubiales habló sobre las fiestas: “Recuerdo que cuando él estaba aquí, el ruido era una locura. Boom, boom, boom hasta la madrugada, hubo mucha música, bebida y muchas chicas. Podía oírlos a todos reír y divertirse hasta las cinco o seis de la mañana. Estuvieron aquí un par de días”.
Cabe recordar que Juan Rubiales, tío de Luis y ex jefe de gabinete de la RFEF, era el encargado de organizar estas reuniones, y fue él quien aseguró que su sobrino organizó una orgía en un chalet de Salobreña, una localidad granadina, pagada con fondos de la entidad futbolística. En su declaración a la Fiscalía, detalló que a ella asistieron “ocho a diez mujeres” y que la fiesta fue disfrazada de una reunión de trabajo, algo negado rotundamente por la Federación, que sostuvo que cada uno de los asistentes “a las jornadas de trabajo” que asegura que se desarrollaron allí, se pagó la estadía de su propio bolsillo.
Los comentarios de esta vecina, cuya identidad se mantuvo bajo anonimato, concuerdan con las de Juan Rubiales, e incluso agregó: “Fue durante la pandemia de Covid-19 y fue molesto, pero no llamamos a la policía porque ese no es el tipo de vecinos que somos”. A su vez, un trabajador de bienes raíces de la zona, también habló con el sitio británico: “Este es un barrio exclusivo donde Luis sabe que no se va a meter en ningún problema. Su familia es tan conocida y querida aquí que tiene mucha influencia”.
Mientras tanto, el escándalo por el beso de Rubiales a Hermoso sigue avanzando. Según hizo público el diario Daily Mail, FIFA pedirá la expulsión del dirigente por 15 años, después de que la propia RFEF le retirara su apoyo. Esta sanción es el máximo que permiten los estatutos. Por el momento, se ha avanzado solamente con su suspensión provisoria de 90 días.
El lunes, los presidentes de las territoriales, reunidos por primera vez después de todo lo ocurrido tras la final del Mundial femenino, acordaron por unanimidad pedir la dimisión de Rubiales. De no producirse, se abriría la puerta a una moción de censura.
Su salida como mandamás del organismo español le implicaría una disminución cuantiosa de los ingresos que además de su salario incluye la pérdida de su teléfono móvil, varios dispositivos electrónicos y hasta su automóvil, ya que todos pertenecen a la federación. Los últimos datos publicados en la pestaña de transparencia de la RFEF relativos a la retribución del presidente apuntan a una cantidad bruta total en 2021 de 634.518,19 euros, al margen de lo percibido por la UEFA, en la que es vicepresidente desde 2019.
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