top of page
  • Writer's pictureEl Blog News

Israel encontró la máquina que genera el dinero de Hamas hace años, pero nadie la apagó

Los agentes se preocuparon mientras millones llegaban. Hamas compró armas y planeó un ataque. Las autoridades ahora dicen que el dinero ayudó a sentar las bases para la masacre del 7 de octubre contra Israel.

En 2018, los funcionarios de seguridad israelíes lograron un golpe de inteligencia muy importante: documentos secretos que esbozaban, con lujo de detalle, lo que constituía un fondo de capital privado que Hamas usaba para financiar sus operaciones.


Los libros de contabilidad, robados de la computadora de un alto funcionario de Hamas, enlistaban activos valuados en cientos de millones de dólares. Hamas controlaba empresas de minería, cría de pollos y construcción de carreteras en Sudán; dos rascacielos en Emiratos Árabes Unidos; una promotora inmobiliaria en Argelia; y una firma inmobiliaria que cotiza en la bolsa de Turquía.


Los documentos, que revisó The New York Times, representaban una posible ruta para bloquear los fondos y los planes de Hamas. Los agentes que obtuvieron los expedientes los compartieron con su propio gobierno y con Washington.

No ocurrió nada.


Durante años, ninguna de las empresas nombradas en los libros de contabilidad enfrentó sanciones por parte de Estados Unidos ni de Israel. Nadie denunció públicamente a las empresas ni presionó a Turquía, el núcleo de la red financiera, para que la frenara.


El Times revisó documentos de inteligencia y expedientes corporativos que se habían mantenido en secreto hasta ahora y entrevistó a decenas de funcionarios actuales de Estados Unidos, Israel, Turquía y la red financiera de Hamas. La investigación arrojó que los altos funcionarios israelíes y estadounidenses no dieron prioridad a información financiera, la cual tenían en la mano, que demostraba que decenas de millones de dólares fluían de esas empresas a Hamas en el momento exacto en que compraba armas nuevas y preparaba un ataque.


Ese dinero, según afirman ahora los funcionarios estadounidenses e israelíes, ayudó a Hamas a reforzar su infraestructura militar y ayudó a preparar el terreno para los ataques del 7 de octubre.


“Todos hablan de los fracasos de inteligencia que dieron lugar al 7 de octubre, pero nadie habla del fracaso para frenar el dinero”, indicó Udi Levy, exdirector de la división de guerra económica del Mosad, el servicio de inteligencia exterior de Israel. “El dinero, el dinero, es lo que permitió esto”.


Incluso después de que el Departamento del Tesoro finalmente impuso sanciones contra la red en 2022, los registros muestran que figuras vinculadas a Hamas lograron obtener millones de dólares al vender acciones en una empresa registrada en una lista negra. Ahora, el Departamento del Tesoro teme que ese dinero le permita a Hamas seguir financiando su guerra contra Israel y recuperarse una vez que termine.


Los dirigentes israelíes creían que Hamas estaba más interesado en gobernar que en luchar. Para cuando los agentes descubrieron los libros de contabilidad en 2018, el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, ya estaba motivando al gobierno de Catar para que entregara millones dólares a la Franja de Gaza. Apostó a que el dinero les compraría estabilidad y paz.

Levy recordó haberle informado personalmente a Netanyahu en 2015 sobre las primeras labores de monitoreo de la cartera de Hamas.


“Les puedo decir sin lugar a dudas que hablé con él sobre esto”, afirmó Levy. “Pero a él no le importó mucho”.


El jefe del Mosad durante el mandato de Netanyahu desmanteló el equipo especial de Levy, llamado Task Force Harpoon, que se enfocaba en interrumpir el flujo de dinero hacia grupos como Hamas.


Los exagentes del equipo especial se sintieron tan frustrados con la inacción que subieron algunos documentos a Facebook, con la esperanza de que algunas empresas e inversionistas los hallaran y dejaran de hacer negocios con compañías ligadas a Hamas.

En los años transcurridos tras el descubrimiento de 2018, la red financiera de Hamas se ha enterrado aún más en el sistema económico ordinario, según muestran los registros.


2015: Task Force Harpoon


Los funcionarios de seguridad e inteligencia de Israel pasaron años trabajando desde un complejo seguro en las afueras de Tel Aviv, Israel, a fin de monitorear el dinero de Hamas. Para 2015, ubicaron la que denominaron la “cartera de inversión secreta” de Hamas.


Las organizaciones terroristas suelen usar empresas ficticias para lavar dinero. Pero en este caso, los agentes israelíes vieron algo distinto y más ambicioso: una red multinacional de negocios reales que producían ganancias reales.


En papel, las compañías no parecían estar relacionadas, pero una y otra vez, los israelíes afirmaron haber identificado a las mismas figuras vinculadas a Hamas como accionistas, ejecutivos y miembros de consejos administrativos.


Había personas como Hisham Qafisheh, un jordano de barba blanca que estudió en Arabia Saudita y tenía un don para encontrar apoyo político. Una de sus empresas ganó un contrato de 500 millones de dólares para construir carreteras en Sudán.


Luego estaba Amer Al-Shawa, un hombre turco de ascendencia palestina que estudió ingeniería eléctrica en Ohio y hace poco se sometió a un interrogatorio de cinco meses en una cárcel emiratí bajo sospecha de financiar las operaciones de Hamas.


En la cima de todo estaba Ahmed Odeh, un empresario jordano con años de experiencia en Arabia Saudita. Los agentes israelíes descubrieron que el Consejo de la Shura de Hamas le había dado a Odeh capital semilla para armar y gestionar una cartera de empresas.


Hamas, el organismo rector de facto en Gaza, dependía sobre todo de Irán para financiar su brazo militar, pero también quería su propia fuente de financiamiento.


En aquel entonces, los servicios de seguridad israelíes contaban con un equipo de investigación sobre terrorismo y financiamiento llamado Task Force Harpoon. Este reunió a personas de todas las áreas de operación antiterrorista —espías, soldados, policías, oficiales, contadores, abogados— bajo la misma misión y les dio una línea directa de comunicación con el primer ministro.


Harpoon obtuvo información para reguladores financieros, agencias del orden público, políticos y aliados en Washington, lo cual permitió a Israel imponer sanciones financieras contra Irán y su organización representante, Hezbolá.

3 views0 comments
bottom of page