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La infección por COVID-19 aumenta los anticuerpos contra el virus del resfriado común

La enfermedad causada por el SARS-CoV-2 protege contra otras infecciones por coronavirus emparentados. Lo descubrieron científicos de California, EEUU. En qué se podrían aplicar los resultados.

Tener un resfrío no hace que las personas queden con protección cuando se exponen al coronavirus que causa el COVID-19. Sin embargo, científicos de los Estados Unidos demostraron que cuando se adquiere la infección por el coronavirus que causó la pandemia, puede aumentar -al menos temporalmente- el nivel de anticuerpos contra los coronavirus que son causantes del resfrío común y de los virus SARS-CoV-1, que generó epidemia en 2002, y el MERS-CoV de 2012. Todos esos virus están emparentados.


Los científicos de la institución Scripps Research, de California, han caracterizado ahora los anticuerpos de coronavirus aislados de 11 personas para revelar cómo el coronavirus que causa el COVID-19 influye en la capacidad del sistema inmunitario para reconocer otros coronavirus.

“Comprender mejor cómo cambia la inmunidad contra esta amplia familia de coronavirus con la infección por COVID-19 es un paso importante hacia el desarrollo de mejores vacunas contra los coronavirus, tanto para el coronavirus como para futuros patógenos relacionados”, dijo el doctor Andrew Ward, profesor de Biología Estructural y Computacional Integrada en el Scripps Research, quien es el autor principal del estudio que fue publicado en la revista especializada Science Advances.


El virus que causa el COVID-19 es sólo uno de una gran y diversa familia de coronavirus. Algunos de sus parientes son igualmente contagiosos y virulentos - causantes del síndrome respiratorio de Oriente Medio (MERS) y del brote de SARS de 2002-2004 - mientras que otros, considerados virus del resfriado común, causan síntomas mucho más leves.


En general, muchos de estos coronavirus sólo tienen entre una cuarta parte y la mitad de su material genético en común con el SARS-CoV-2, pero las secciones individuales de las estructuras de los virus -sobre todo la proteína de la Espiga que sobresale de cada coronavirus- se consideran relativamente similares entre los miembros de la familia.


Desde el inicio de la pandemia, los científicos se han preguntado si la exposición previa de las personas a esos virus del resfriado común influye en su inmunidad al SARS-CoV-2. También se preguntaron si la infección por el coronavirus que causa el COVID-19 podría cambiar la forma en que el sistema inmunitario reconoce los coronavirus más comunes. Los anticuerpos del sistema inmunitario contra una proteína de Espiga del coronavirus podrían, potencialmente, reconocer también otras proteínas de la Espiga similares como causantes de la enfermedad.


En el nuevo estudio, el grupo de Ward estudió muestras de suero de once personas. Ocho de las muestras databan de antes de la pandemia de COVID-19 para garantizar que los donantes nunca habían estado expuestos al virus SARS-CoV-2, mientras que tres muestras eran de donantes que habían padecido recientemente el COVID-19. En cada caso, los investigadores midieron la intensidad de la reacción de las muestras a las proteínas aisladas de diferentes coronavirus: OC43 y HKU1, ambos asociados a los resfriados comunes, junto con el SARS-CoV-1, el MERS-CoV y el SARS-CoV-2.


No es de extrañar que sólo el suero de los pacientes de COVID-19 recuperados reaccionara a las proteínas de la Espiga del SARS-CoV-2. Sin embargo, estas muestras de pacientes de COVID-19 también reaccionaron con más fuerza que las muestras prepandémicas a las otras proteínas Espiga.


“La mayoría de las personas tienen esta inmunidad de base contra los coronavirus comunes y la exposición al SARS-CoV-2 aumenta los niveles de estos anticuerpos”, comentó la investigadora postdoctoral asociada de Scripps Research y coautora del trabajo, Sandhya Bangaru.

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