Así lo aseguró la Inteligencia militar británica en su última evaluación del conflicto. Según el informe, la toma de Avdiivka y las elecciones presidenciales quitaron impulso a la invasión militar. A la vez, el promedio diario de soldados muertos se elevó a 913 en lo que va del año.
La Inteligencia militar británica estimó que la ofensiva rusa en el frente de Ucrania se ralentizó en las últimas semanas y atribuyó la situación a la reciente toma de la localidad de Avdiivka por parte de las fuerzas de Moscú y a la celebración de las pasadas elecciones presidenciales.
El Ministerio de Defensa británico realizó estas conclusiones a partir del descenso registrado en las bajas rusas en Ucrania, una reducción de 74 al día, aunque según Londres el número de bajas diarias sigue rondando las 913, a lo largo de marzo de 2024.
“Muy probablemente este dato refleja una serie de factores: el periodo de descanso tras la captura de Avdiivka y los esfuerzos para reducir las notificaciones de defunción durante las elecciones en Rusia”, apuntó el Ministerio en su última evaluación del conflicto publicada este domingo en redes sociales.
Reino Unido estima que, desde el principio de la invasión de febrero de 2022, las fuerzas rusas han sufrido una media de 658 pérdidas diarias.
Londres, además, indica que “cada año se ha producido un aumento en la tasa de pérdidas promedio diaria de 400 en 2022, a 693 en 2023 y a 913 durante el primer trimestre de 2024″, un aumento de todas maneras que demuestra, a su entender, “la continua dependencia de Rusia de las masas para mantener la presión en las líneas del frente ucranianas”.
Aún así, Moscú ha conseguido recientemente sus primeros avances territoriales desde que se apoderó de Bakhmut y ahora está tratando de seguir adelante contra las unidades ucranianas obstaculizadas por retrasos en el suministro de ayuda militar occidental vital.
Rusia también intensificó en las últimas semanas los ataques aéreos con drones y misiles contra infraestructura civil y energética, golpeando importantes ciudades como la capital Kiev, Kharkiv y Odesa.
El último ataque aéreo ruso se produjo este domingo, causando la muerte de tres civiles en la localidad de Gulyaipole en el frente de Zaporizhzhia (sur). Las autoridades dijeron que otro civil, una mujer, fue asesinada en la ciudad de Kupiansk, en la región nororiental de Kharkiv, que ha sufrido un aumento de ataques en los últimos meses.
Cerco a Chasiv Yar
Sobre el terreno, las tropas invasoras buscan en particular avanzar en torno a la ciudad de Chasiv Yar, en el este de Ucrania.
Este domingo el ejército ucraniano dijo que la situación en torno a la ciudad fronteriza era “difícil y tensa”, aunque agregó que los rusos estaban ahora “en retirada”.
Las fuerzas rusas han desatado “fuego constante” en la zona en los últimos días buscando apoderarse de las alturas dominantes de la ciudad.
Chasiv Yar se encuentra a menos de 30 kilómetros al sureste de la ciudad regional de Kramatorsk, un importante centro ferroviario y logístico para el ejército de Ucrania.
“La situación ya es bastante difícil y tensa”, afirmó Oleg Kalashnikov, portavoz de una brigada del ejército desplegada en la zona.
“Los rusos están intentando llevar a cabo ataques directamente contra las pequeñas ciudades de Bogdanivka e Ivanivske, en las afueras de Chasiv Yar”, dijo Kalashnikov a la televisión ucraniana. “También están intentando llevar a cabo acciones ofensivas entre ambos lugares”, añadió.
El ejército ruso estaba “utilizando infantería respaldada por vehículos blindados de combate” y “aviones de combate”.
“Pero todos sus ataques han sido repelidos. Están en retirada”, afirmó el portavoz.
El viernes, las autoridades de ocupación rusas dijeron que las tropas de Moscú estaban avanzando hacia Chasiv Yar en la región oriental de Donetsk.
Tanto los blogueros militares ucranianos como los rusos con vínculos con las fuerzas armadas dijeron que las tropas rusas habían llegado a las afueras de la ciudad.
Kalashnikov destacó el domingo la importancia estratégica de Chasiv Yar, a 20 kilómetros al oeste de Bakhmut, que fue arrasada por meses de fuego de artillería antes de ser capturada por Moscú en mayo pasado.
Si Rusia toma la devastada ciudad de Chasiv Yar, donde quedan 770 personas de una población de 13.000 antes de la invasión, “podrá bombardear Kostiantynivka”, 10 kilómetros al suroeste, advirtió Kalashnikov.
“El enemigo también podrá amenazar las rutas logísticas (entre Kostiantynivka, Slovyansk y Kramatorsk)”, dijo, y añadió que los dos últimos lugares también podrían sufrir un ataque directo.
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