Quién era Igor Kirilov, el general ruso asesinado en un atentado con bomba en Moscú
- El Blog News
- Dec 17, 2024
- 3 min read
El jefe de la defensa química y biológica de Rusia era uno de los rostros más públicos del Ejército y el más alto oficial militar en morir en la capital desde el comienzo de la invasión. Occidente y Kiev lo señalaron por el uso de armas prohibidas contra las tropas ucranianas.

El teniente general ruso Igor Kirilov, asesinado este martes a los 54 años en un atentado con bomba cuando salía de su domicilio, era uno de los rostros más públicos del alto mando de la Fuerzas Armadas de Rusia y el más alto oficial militar ruso en morir en Moscú desde el inicio de la ofensiva del Kremlin en Ucrania, hace casi tres años.
La agencia de noticias EFE publicó que Ucrania había reivindicado el asesinato este martes en Moscú del teniente general ruso Ígor Kirílov, según ha informado una fuente anónima del Servicio de Seguridad ucraniano a la agencia pública de noticias ucraniana, Ukrinform.
El propio servicio de seguridad había declarado un día antes a Kirílov sospechoso de crímenes de guerra por haber ordenado el uso de armas químicas contra el Ejército ucraniano.
En su condición de jefe de la defensa radiológica, química y biológica de Rusia, cargo que desempeñaba desde 2017, ofrecía regularmente comparecencias de prensa, como la que tenía prevista para el día de hoy.
La víspera del atentado que le costó la vida, el Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU) lo declaró sospechoso de ordenar el empleo de armas químicas contra las fuerzas ucranianas.
“Desde el comienzo de la guerra a gran escala se han registrado más de 4.800 casos de uso, por orden de Kirílov, de munición química”, señaló el SBU en un comunicado.
Una fuente anónima del SBU, citada por la agencia pública de noticias Ukrinform, reivindicó la autoría ucraniana del atentado contra Kirílov, en el también murió su ayudante. La fuente del SBU ucraniano sostuvo que “Kirílov era un criminal de guerra y un objetivo absolutamente legítimo, porque ordenó emplear armas químicas prohibidas contra los soldados ucranianos”.
Kirillov estaba sometido a sanciones de varios países, entre ellos el Reino Unido y Canadá, por su actuación en la guerra de Moscú en Ucrania.
El general, de 54 años, también participó en la creación del lanzallamas pesado autopropulsado TOS-2, que tiene un alcance de hasta 6.000 metros y es capaz de cubrir una superficie de hasta cuatros hectáreas con una andanada de sus 24 bocas.
Fue galardonado con el título de Héroe de Rusia del Trabajo, entre otras muchas distinciones.
La portavoz diplomática rusa, María Zakharova, lamentó en Telegram la pérdida de un “general intrépido que nunca se escondió a espaldas de los demás”, y luchó “por la madre patria y por la verdad”.
Armas químicas prohibidas
Se han producido asesinatos en territorio ruso con anterioridad, pero este tipo de atentados en Moscú -donde los combates en Ucrania suelen parecer lejanos- son poco frecuentes.
Sin embargo, Kirilov es el militar ruso de más alto rango asesinado.
Un día antes, Kiev había acusado a Kirillov en rebeldía de haber cometido “crímenes de guerra” contra Ucrania.
Gran Bretaña y Estados Unidos han acusado a Rusia de utilizar el agente tóxico cloropicrina contra las tropas ucranianas en violación de la Convención sobre Armas Químicas (CAQ).
La cloropicrina es un líquido aceitoso de olor penetrante conocido como agente asfixiante que se utilizó ampliamente durante la Primera Guerra Mundial como gas lacrimógeno.
La Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ) prohíbe expresamente su uso.
En octubre, el gobierno británico impuso sanciones a Kirilov y a su unidad “por ayudar a desplegar estas armas bárbaras”, acusaciones que Moscú ha negado.
Rusia ha afirmado que ya no posee un arsenal químico militar, pero el país se enfrenta a presiones para lograr una mayor transparencia sobre el supuesto uso de armas tóxicas.
Ucrania acusó en junio a Rusia de aumentar los ataques en la línea de combate utilizando químicos prohibidos, y registró en noviembre más de 700 casos de su uso.
En largas sesiones informativas televisadas, Kirillov había acusado regularmente a Kiev y a Occidente de dirigir redes secretas de laboratorios biológicos que desarrollaban agentes químicos prohibidos en toda Ucrania, afirmaciones rechazadas por Occidente y por organizaciones independientes de verificación de hechos por considerarlas propaganda.
Comentarios