Las marcas de las mordidas sugieren que pudo haber sido un tiburón tigre o un tiburón blanco.
Una investigación arqueológica revela los detalles de la muerte de un hombre japonés que sufrió el ataque de un tiburón hace 3.000 años, según demuestra el estudio publicado el 23 de junio en el 'Journal of Archaeological Science'.
Los investigadores de Oxford, J. Alyssa White y Rick Schulting, analizaron los restos óseos de un hombre adulto, cuyo cuerpo fue previamente encontrado en el yacimiento de Tsukumo. Se estima que el hombre fue un cazador-colector prehistórico, que murió entre 1370 y 1010 a.C.
Las lesiones encontradas por todo el cuerpo sugirieron que se trató de una muerte violenta, aunque al principio los expertos estaban "desconcertados en cuanto a qué pudo haber infligido al menos 790 heridas profundas y serradas a este hombre".
"HabÃa tantas lesiones, y aún asà fue enterrado en el cementerio comunitario, el cementerio del MontÃculo de Conchas de Tsukumo", señalan los investigadores.
La mayor parte de las heridas se encuentra en las piernas, los brazos, y la parte delantera del pecho, asà como el abdomen del individuo. Los expertos han descartado la hipótesis de un conflicto humano o el ataque de los animales más frecuentes.
Debido a la rareza de indicios de los ataques de tiburones en los restos arqueológicos, los cientÃficos acudieron a los informes forenses para estudiar los patrones de tales ataques en colaboración con George Burgess, el director emérito del Programa de Florida para la Investigación de Tiburones (Florida Program for Shark Research, en inglés).
Gracias al novedoso método de análisis 3D, lograron visualizar el ataque tras construir un mapa de las heridas, que se puede observar en Tsukumo 24 BodyMap 3D.
La distribución de las lesiones permite pensar que el hombre estaba vivo en el momento del ataque. Su brazo izquierdo fue cortado como resultado de lo que pudo haber sido un acto de defensa. Además, está ausente la pierna derecha, mientras que su pierna izquierda se colocó en posición invertida en la tumba.
El cuerpo fue recuperado poco después de que se produjera ataque y posteriormente enterrado en el cementerio comunitario. Este hecho, como creen los cientÃficos, se debe a que estaba pescando con sus amigos cuando ocurrió el incidente.
El estudio concluye que "dadas las heridas, claramente fue vÃctima del ataque de un tiburón". Además, las marcas de los mordiscos sugieren que pudo haber sido un tiburón tigre o un tiburón blanco.
Mark Hudson, coautor del estudio, afirma que los pueblos neolÃticos del perÃodo Jomon utilizaron diferentes recursos marinos, aunque no se sabe si el hombre estaba cazando tiburones o si el escualo fue atraÃdo por la sangre o un cebo.