Un gran jurado en Nueva York acusó formalmente al ex presidente por el pago a una actriz de contenido adulto durante la campaña electoral que lo llevó a la Casa Blanca en 2016.
Donald Trump fue acusado formalmente por un gran jurado en Nueva York en la causa que investiga un pago a una actriz porno a fin de comprar su silencio antes de las elecciones de 2016, en las que llegó a la Casa Blanca. Esta violación a las leyes sobre el financiamiento de campañas electorales convirtió a Trump en el primer presidente o ex mandatario en Estados Unidos en ser acusado de un delito.
Tras conocerse la determinación de los magistrados, Trump denunció ser víctima de una “persecución política” y de una “injerencia electoral”. “Esto es persecución política e interferencia electoral al más alto nivel de la historia. Creo que esta Caza de Brujas se volverá en contra de Joe Biden de forma masiva”, se explayó el acusado en un comunicado.
En ese sentido, recordó los hechos que lo han llevado a estar en la mira de la Justicia en el último tiempo, como “Rusia, el engaño de Mueller; Ucrania; Engaño de juicio político 1; Engaño de juicio político 2; allanamiento ilegal e inconstitucional de Mar-a-Lago; y ahora esto”. Por el contrario, se defendió señalando que “los demócratas han mentido, engañado y robado en su obsesión por tratar de ‘atrapar a Trump’. Pero ahora han hecho lo impensable: acusar a una persona completamente inocente en un acto de interferencia electoral flagrante”.
“Nunca antes en la historia de nuestra Nación se había hecho esto. Los demócratas han hecho trampa innumerables veces a lo largo de las décadas, incluido el espionaje de mi campaña, pero usar nuestro sistema de Justicia como arma para castigar a un oponente político, que casualmente es presidente de Estados Unidos y, con mucho, el principal candidato republicano a la presidencia, nunca sucedió antes. Nunca”, alertó en el escrito.
Asimismo, apuntó contra el Fiscal de Manhattan, Alvin Bragg, a quien acusó de haber sido “elegido personalmente y financiado por George Soros” y definió como “una vergüenza”. “En lugar de detener la ola de crímenes sin precedentes que se apodera de la ciudad de Nueva York, está haciendo el trabajo sucio de Joe Biden, ignorando los asesinatos, robos y agresiones en los que debería concentrarse”, sostuvo.
Sin embargo, confió en que el pueblo estadounidense se dará cuenta “exactamente de lo que los demócratas de izquierda radical hacen aquí” y en que se demostrará su inocencia: “Nuestro movimiento, nuestro partido -unidos y fuertes- derrotarán a Alvin Bragg y Joe Biden y sacarán a todos y cada uno de estos demócratas torcidos de sus cargos para que podamos ¡hacer Estados Unidos grande de nuevo!”.
Momentos más tarde, su hijo Eric también respaldo estos dichos y dijo que se trata de una persecución política en el contexto de la “campaña” electoral que ya ha comenzado, con vistas a los comicios de 2024. “Es una mala praxis procesal del tercer mundo. Es el objetivo oportunista de un oponente político en un año de campaña”, sentenció en su cuenta de Twitter, resaltando que “es el tipo de mierda del nivel de un país comunista. Esto haría sonrojar a Mao, Stalin o a Pol Pot”. Sumó que los cargos se apoyan en “teorías legales débiles”.
Alina Habba, quien ejerce la defensa del ex Presidente, escribió que su cliente “es víctima de una versión corrupta y distorcionada del sistema de Justicia y la historia de Estados Unidos. Él será reivindicado”.
El ex abogado de Trump, Michael Cohen, también emitió un comunicado en las últimas horas en el que comenzó asegurando que “no me enorgullece emitir esta declaración y deseo recordar también a todos la presunción de inocencia según lo dispone la cláusula del debido proceso”. A continuación, llamó a los magistrados a continuar con la investigación para esclarecer los hechos.
“La acusación de hoy no es el final de este capítulo sino más bien el comienzo. Ahora que se han presentado los cargos, es mejor para el caso dejar que la acusación hable por sí misma”, agregó y concluyó sosteniendo su “testimonio y la evidencia proporcionada a DANY (el Fiscal del Distrito de Nueva York, según sus iniciales en inglés).
Cohen había sido condenado a prisión en 2018 tras declararse culpable de fraude en la financiación de la campaña electoral y de mentir al Congreso, y había asegurado, también, que Trump envió pagos secretos a Daniels y a una segunda mujer, la ex modelo de Playboy Karen McDougal, quien sostuvo haber tenido una relación con el empresario.
Otras de las voces que apelaron a la inocencia de Trump fueron el líder del Partido Republicano, Kevin McCarthy, quien declaró que la imputación “ha dañado irreparablemente” al país en un “abuso de poder sin precedentes”, y el portavoz del comité de acción política de Make America Great Again, que escribió: “Las élites políticas y quienes manejan el poder han instrumentalizado el gobierno para intentar detenerlo (a Trump). Van a fallar y él será reelegido de la manera más arrolladora en la historia de EEUU”.
Al igual que éstas figuras, el principal rival de Trump en el Partido Republicano, Ron de Santis, se solidarizó con su oponente y señaló que la acusación es “antiestadounidense” y parte de una “agenda política”, y sostuvo que no cooperará en “una solicitud de extradición dadas las circunstancias cuestionables en cuestión”.
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