La medida supone el congelamiento de billones de dólares y no tiene un plazo determinado por el momento. Podría afectar incluso a las ayudas que ya fueron otorgadas, pero no se han ejecutado.

La Casa Blanca pausó las subvenciones y préstamos federales a partir de este martes mientras la administración del presidente Donald Trump inicia una revisión ideológica general de sus gastos.
La decisión de la administración republicana podría afectar billones de dólares y causar una amplia interrupción en la investigación de la salud, programas educativos y otras iniciativas. Incluso las subvenciones que ya fueron otorgadas, pero no se han gastado se frenarán.
“El uso de recursos federales para avanzar en políticas de ingeniería social de equidad marxista, transgénero y del nuevo pacto verde es un desperdicio de dólares de los contribuyentes que no mejora la vida cotidiana de aquellos a quienes servimos”, dijo en un memorando Matthew Vaeth, director interino de la Oficina de Administración y Presupuesto.
La pausa entra en efecto a las 5 p.m. ET, y no está claro en el memorando cuán extensa será. Vaeth dijo que todos los gastos deben cumplir con las órdenes ejecutivas de Trump, que tienen la intención de deshacer avances progresistas sobre los derechos transgénero, la justicia ambiental y los esfuerzos de diversidad, equidad e inclusión.
Vaeth escribió que “cada agencia debe completar un análisis exhaustivo de todos sus programas de asistencia financiera federal para identificar programas, proyectos y actividades que puedan estar implicados por cualquiera de las órdenes ejecutivas del presidente”.
Washington es un centro de gastos que fluye hacia varios departamentos, gobiernos locales, organizaciones sin fines de lucro y contratistas, y el memorando ha dejado a innumerables personas que dependen de ese dinero preguntándose cómo se verán afectadas.
La pausa es el ejemplo más reciente de cómo Trump está aprovechando su poder sobre el sistema federal para impulsar sus objetivos conservadores. A diferencia de durante su primer mandato, cuando Trump y muchos miembros de su círculo íntimo eran desconocidos en Washington, esta vez está llegando profundamente a la burocracia.
“Están llevando la agenda del presidente de abajo hacia arriba”, dijo Paul Light, un experto en el gobierno federal y profesor emérito de servicio público en la Universidad de Nueva York.
Pero agregó que hay riesgos en el enfoque de Trump, especialmente con tantos votantes dependientes de Washington. “No puedes solo molestar, molestar, molestar. Tienes que entregar resultados”.
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