Pruebas de ADN demostraron la inocencia de Gerardo Cabanillas, quien finalmente disfrutará de su libertad.
Gerardo Cabanillas, un hombre oriundo de California, pasó casi 30 años en prisión por los delitos de violación, secuestro y robo, pero su vida cambiará: los fiscales del condado de Los Ángeles lo declararon inocente luego de que pruebas de ADN demostrasen que no era culpable de los crímenes imputados en su contra.
“Reconocemos una grave injusticia que ha resultado en el injusto encarcelamiento del señor Cabanillas durante más de 28 años. Tras un reexamen exhaustivo de las pruebas y una revisión del caso por parte de la Unidad de Integridad de Condenas de mi oficina, ha quedado muy claro que se cometió un grave error. Extiendo mis más sinceras disculpas por el fallo judicial y el fracaso de nuestro sistema legal penal”, dijo el fiscal de distrito, George Gascón.
¿Por qué fue condenado Gerardo Cabanillas?
En 1995, el ciudadano americano fue acusado de haber atacado a una pareja sentada en un automóvil, en la ciudad de South Gate. Él había confesado ser uno de los dos sujetos que se acercaron hacia el vehículo, forzaron al hombre a dejar el automóvil y luego abusaron de la mujer, tras llevarla a una casa abandonada. Además, luego se produjo un segundo ataque a otra pareja.
Según el Proyecto Inocencia de California, que representó a Gerardo Cabanillas, las víctimas de ambos asaltos fueron notificadas de la confesión y reconocieron al hombre en una serie de fotografías. Luego, ante el tribunal, afirmaron tener dudas y dijeron que fueron presionados para identificarlo.
Gracias a las pruebas de ADN realizadas se demostró que fueron otras dos personas quienes cometieron los delitos y Cabanillas se vio envuelto en las investigaciones y mintió en su confesión, coaccionado por un detective, quien le prometió librarse de ir a prisión si admitía haber delinquido.
“Las confesiones falsas son una de las principales causas de condenas injustas en Estados Unidos. La policía puede mentir a los sospechosos, incluidas promesas de indulgencia si la persona confiesa. Eso es exactamente lo que pasó aquí y, si no fuera por la evidencia de ADN, Gerardo habría pasado el resto de su vida en prisión”, dijo en un comunicado la directora interina Alissa Bjerkhoel.
“Estamos emocionados por Gerardo y su familia de que la verdad finalmente lo haya liberado”, agregó.
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