Se trata de la Turritopsis dohrnii de solo unos pocos milímetros de longitud, que tiene la asombrosa capacidad de revertir la dirección de su ciclo vital.
¿Qué ser vivo no quisiera vivir para siempre? El sueño de la eternidad ahora puede corresponderle a una forma de vida que se encuentran en los océanos.
Un grupo de científicos de la Universidad de Oviedo, en España ha descubierto los secretos de la vida eterna de la denominada ‘medusa inmortal’ mediante una investigación en la que secuenciaron el genoma del animal y lo compararon con el de la medusa Turritopsis rubra, su hermana mortal, para ver en qué se diferencian.
Un equipo de investigadores de la Universidad de Oviedo, dirigido por el investigador Carlos López-Otín, ha logrado descifrar el genoma de la medusa inmortal, Turritopsis dohrnii, y ha definido diversas claves genómicas que contribuyen a extender su longevidad hasta el punto de evitar su muerte. El estudio, que se publica en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS), ha develado la capacidad de rejuvenecimiento tras la reproducción sexual de la medusa Turritopsis dohrnii, una especie que se puede encontrar en el Océano Pacífico y en el Caribe, aunque también puede hallarse en el Mar Mediterráneo.
Esta diminuta medusa, de tan solo unos pocos milímetros de longitud, tiene la asombrosa capacidad de revertir la dirección de su ciclo vital hacia un estadio anterior asexual llamado pólipo. La inmensa mayoría de los seres vivos, tras la etapa reproductiva, avanzan en un proceso característico de envejecimiento celular y tisular que culmina con la muerte del organismo. Sin embargo, T. dohrnii tiene la facultad de escoger otro camino: revertir su ciclo vital y rejuvenecer.
Este ejemplar pertenece a la familia de las anémonas y los corales. Y diferencia de otras medusas, éstas pueden repetir su etapa reproductiva de forma indefinida. Tras el análisis de miles de genes y su comparación con la medusa T.Rubra, el resultado principal ha revelado que las principales diferencias se han encontrado en varios aspectos como los genes asociados con la replicación y la reparación del ADN, el mantenimiento de los telómeros, la renovación de las células madre, la reducción del ambiente celular oxidativo y la comunicación intercelular, tal y como revelaron los expertos.
En resumen, la clave del rejuvenecimiento está asociada a los mecanismos que permiten a las células especializadas realizar su función de reprogramación, y convertirse en células madre que pueden tener la capacidad de convertirse en nuevas células del organismo nuevo, tal y como explicó María Pascual, bióloga del Instituto Universitario de Oncología de la Universidad de Oviedo y una de las principales autoras del estudio.
“Lo que hace especial a este animal es la sinergia de todos esos cambios, que hacen que esta medusa pueda rejuvenecer. Si se producía un cambio genético durante la reversión, debería ser por algo importante”, agregó Pascual. Dicho rejuvenecimiento se llevaría a cabo a través de dos procesos, la ruta polycomb - mediante la silenciación de genes relacionados con el desarrollo de la célula - y la pluripotencia celular, es decir, el incremento de la expresión de los genes relacionados con la capacidad de la célula de convertirse en otro tipo de célula.
Por su parte Carlos López-Otin, líder principal de la investigación realizada, sostuvo que el objetivo principal del estudio pasa por “entender las claves y los límites de la fascinante plasticidad celular que permite que algunos organismos sean capaces de viajar atrás en el tiempo”.
Rejuvenecimiento cíclico de la medusa
Además, el estudio exhaustivo de los cambios en la expresión génica durante el proceso de rejuvenecimiento en esta medusa inmortal ha permitido descubrir señales de silenciamiento de genes mediadas por la denominada ruta “Polycomb” y el aumento de la expresión de genes relacionados con la vía de pluripotencia celular. Ambos procesos son necesarios para que células especializadas puedan desdiferenciarse y ser capaces de convertirse en cualquier tipo de célula, formando así el nuevo organismo. Estos resultados sugieren que estas dos rutas bioquímicas son mediadoras fundamentales del rejuvenecimiento cíclico de esta medusa.
El Ministerio de Sanidad de España ha avisado de que en los últimos años se ha producido un incremento de la llegada de poblaciones de medusas sobre todo en las playas del mar mediterráneo, que dificultan el baño e incluso los paseos por la arena en el periodo estival. “Las medusas tienen células urticantes, cuyo contenido liberan para defenderse de algún peligro o para capturar presas”.
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