El atentado fue perpertrado por milicias pro iraníes en el norte de Jordania. Joe Biden prometió responder al asesinato.
Irán buscó distanciarse de un ataque mortal a una base estadounidense en Jordania por parte de una milicia respaldada por Teherán, mientras el presidente Joe Biden enfrentaba una presión cada vez mayor para ordenar una dura respuesta contra la República Islámica. “Los grupos de resistencia en la región no reciben órdenes de la República Islámica de Irán en sus decisiones o acciones”, dijo el lunes el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, Nasser Kanaani, en un comunicado, refiriéndose a la red de milicias desde Yemen hasta Irak que comparten la oposición de Irán a la Estados Unidos e Israel.
Calificó de “infundadas” las acusaciones de participación iraní en el ataque del fin de semana que mató a tres soldados estadounidenses en Jordania, en medio de llamados en Estados Unidos para que Biden tome represalias directamente por las muertes.
El precio del petróleo aumentó en las primeras operaciones del lunes, con el Brent subiendo un 1,5% a más de 84 dólares el barril antes de recortar sus ganancias.
La Resistencia Islámica en Irak, un grupo alineado con Irán, dijo el domingo que utilizó drones para atacar cuatro bases, incluida Al-Tanf, que alberga tropas estadounidenses. La milicia ha atacado repetidamente a las fuerzas estadounidenses, en lo que dicen es una respuesta a la guerra de Israel contra Hamas en Gaza.
El Observatorio Sirio de Derechos Humanos, una red de activistas que sigue los acontecimientos sobre el terreno en Siria, dijo que grupos respaldados por Irán se redesplegaron a lo largo del río Éufrates en Deir Ezzor, cerca de la frontera entre Siria e Irak, en previsión de una posible represalia estadounidense.
Irán no ve con buenos ojos la propagación del conflicto en la región, pero no interferirá en la forma en que los grupos eligen “apoyar a la nación palestina” o defenderse, añadió Kanaani.