El ente rector del fútbol europeo también ha rescindido su contrato de patrocinio con el gigante ruso Gazprom.
La FIFA y la UEFA han decidido este lunes suspender hasta nuevo aviso tanto a la selección de Rusia como a los clubes rusos de todos los torneos organizados por esas entidades, debido a la operación militar rusa en Ucrania.
Los dos organismos internacionales esperan que "la situación en Ucrania mejore significativa y rápidamente para que el fútbol pueda volver a ser un vector de unidad y paz entre las personas".
Además, la UEFA ha rescindido su contrato de patrocinio con el gigante ruso Gazprom. "La decisión es de efecto inmediato y cubre todos los acuerdos existentes, incluida la Liga de Campeones, las competiciones de selecciones nacionales de la UEFA y la Eurocopa 2024", reza el comunicado.
La Unión del Fútbol de Rusia, organismo encargado de la organización de este deporte en el país, calificó esta decisión como "contraria a las normas y principios de las competiciones internacionales, así como al espíritu del deporte".
"Es claramente discriminatoria y perjudica a un gran número de atletas, entrenadores, empleados de clubes y equipos nacionales y, sobre todo, a millones de aficionados rusos y extranjeros", señaló la organización.
Tales acciones, sostuvo, "dividen a la comunidad deportiva mundial, que siempre se ha adherido a los principios de igualdad, respeto mutuo e independencia de la política".
Polonia, República Checa y Suecia anunciaron anteriormente su negativa a jugar contra Rusia en la repesca para el Mundial de Catar 2022. Los combinados ruso y polaco debían jugar el 24 de marzo las semifinales de la repesca para la cita mundialista, y el ganador debía enfrentarse posteriormente al vencedor del cruce entre Suecia y República Checa para saber quién se clasificará al Mundial.
El pasado jueves, el presidente de Rusia, Vladímir Putin, anunció "una operación militar especial para defender Donbass". En un mensaje especial a los ciudadanos rusos, el mandatario detalló que el objetivo del operativo es "proteger a las personas que han sido objeto de abusos y genocidio por parte del régimen de Kiev durante ocho años".
El Ministerio de Defensa de Rusia aseguró que las Fuerzas Armadas rusas apuntan a la infraestructura militar ucraniana y no atacan ni a las tropas rendidas ni a la población civil.