Aunque los secuestros, las desapariciones, los asesinatos y la impunidad de los grupos delictivos siguen formando parte de la vida en México, el mandatario asegura que "hay tranquilidad".
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, declaró este sábado que después de las elecciones intermedias del 6 de junio para renovar la Cámara de Diputados en el país "no hay movimientos poselectorales de protesta", pese a que "hubo contienda".
"Yo respeto mucho a los adversarios, que son eso, adversarios, no enemigos", señaló el mandatario, quien destacó durante su visita a Ensenada, en el estado de Baja California, para la inauguración de instalaciones de la Guardia Nacional que actualmente "el país está en calma, hay gobernabilidad, hay tranquilidad".
La "calma" y "tranquilidad" que, según López Obrador, reinan en el país latinoamericano, contrastan con la violencia, las desapariciones, extorsiones, los secuestros, el narcotráfico y las actividades de los cárteles que no han cesado. Tan solo durante los primeros cinco meses de este año, 14.243 personas fueron víctimas de homicidio doloso en México, según el recuento oficial.
Mientras tanto, este viernes, 18 personas murieron en el estado de Zacatecas en un enfrentamiento entre grupos del crimen organizado, atribuido a las células del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y del Cártel de Sinaloa. Durante otro acto de violencia reciente, en la ciudad de Reynosa (Tamaulipas), 15 civiles fueron asesinados en un ataque de la que, según los datos de la Fiscalía, fueron responsables tres facciones del Cártel del Golfo.
Durante su discurso, López Obrador no negó la existencia del "grave problema de la inseguridad y de la violencia" en México y remarcó la importancia de la tarea de "garantizar la seguridad pública" en el país. En ese sentido, el mandatario agregó que ahora en estas labores también pueden participar la Secretaría de Marina y la Secretaría de la Defensa Nacional.