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Sigue la tensión entre la Donald Trump y la Reserva Federal por la política monetaria

  • Writer: El Blog News
    El Blog News
  • 10 minutes ago
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El presidente de Estados Unidos insistió en una reunión privada en la Casa Blanca en que la Fed debe reducir las tasas de interés, mientras Jerome Powell reiteró que las decisiones del banco central se basarán en datos económicos y no en presiones políticas.

Durante la reunión privada en la Casa Blanca, Donald Trump transmitió directamente a Jerome Powell su desacuerdo con la decisión de la Reserva Federal de mantener las tasas de interés, insistiendo en que esta postura coloca a Estados Unidos en desventaja frente a economías como la de China. El encuentro, solicitado por el propio presidente, se centró en la evolución de la economía estadounidense, abordando temas como el crecimiento, el empleo y la inflación, aunque Powell evitó discutir sus expectativas sobre la política monetaria.


La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, confirmó que Trump reiteró en persona su opinión de que Powell está cometiendo un error al no reducir las tasas de interés. Leavitt señaló que el presidente considera que esta política perjudica la competitividad económica del país y que ha sido enfático tanto en público como en privado sobre la necesidad de un recorte. La reunión, la primera entre ambos desde la toma de posesión de Trump en su segundo mandato, se produjo en un contexto de tensiones por la independencia de la Fed y tras una sentencia judicial que bloqueó la mayoría de los aranceles impuestos por Trump a socios comerciales de Estados Unidos.


La oficina de Powell emitió un comunicado tras el encuentro, en el que se subrayó que las decisiones sobre la tasa de interés se tomarán “basándose únicamente en un análisis cuidadoso, objetivo y no político”. Powell reiteró que tanto él como sus colegas del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC) establecerán la política monetaria conforme a la ley, con el objetivo de apoyar el máximo empleo y la estabilidad de los precios. La Fed recalcó que la trayectoria de la política dependerá totalmente de la información económica que se reciba y de lo que esta signifique para las perspectivas.


La Reserva Federal emitió una declaración inusualmente enfática tras la reunión, reafirmando su independencia y su compromiso de tomar decisiones basadas en datos económicos, no en presiones políticas. El comunicado de la Fed enfatizó que Powell no discutió sus expectativas para la política monetaria, salvo para insistir en que cualquier decisión dependerá de la evolución de la economía. La declaración también reflejó la preocupación de la Fed por la presión pública ejercida por Trump, quien ha utilizado tanto declaraciones públicas como redes sociales para exigir una reducción de tasas.


Trump, quien nominó a Powell para el cargo durante su primer mandato y que ha criticado abiertamente su gestión, ha llegado a calificarlo de “tonto” y “gran perdedor”, además de apodarlo “Powell el Tardío”. En abril, el presidente publicó en redes sociales que “este sería un momento PERFECTO para que el presidente de la Fed, Jerome Powell, recorte las tasas de interés. Siempre llega ‘tarde’, pero ahora podría cambiar su imagen, y rápido”. Estas críticas han generado especulaciones sobre la posibilidad de que Trump intente destituir a Powell, aunque el propio presidente ha declarado recientemente que no tiene intención de hacerlo.


La cuestión de la independencia de la Fed ha cobrado relevancia tras un fallo de la Corte Suprema que, aunque permitió a Trump destituir a funcionarios de otras agencias independientes, reconoció que la Reserva Federal es una entidad “únicamente estructurada, cuasi-privada”, lo que dificulta la remoción de su presidente. Según Reuters, este fallo alivió en parte los temores de los mercados financieros sobre una posible interferencia política en la Fed, que consideran esencial para la estabilidad económica.


En cuanto a la política monetaria, la Fed ha mantenido la tasa de interés oficial en el rango del 4,25%-4,50% desde diciembre, y los responsables han señalado que podrían mantenerla en ese nivel durante varios meses más, a la espera de mayor claridad sobre la política arancelaria. Las actas de la reunión de mayo de la Fed, publicadas recientemente, muestran que los funcionarios están preocupados por el impacto de los aranceles y la incertidumbre política, que podrían ralentizar la economía y provocar un aumento persistente de la inflación. Los mercados financieros anticipan actualmente una posible reducción de tasas en septiembre, con un segundo recorte en diciembre.


La inflación, aunque ha disminuido respecto al año anterior, sigue por encima del objetivo del 2% de la Fed. Trump ha argumentado que la ausencia de inflación justifica un recorte de tasas, aunque los expertos señalan que esta medida no necesariamente se traduciría en menores costos de préstamos para los consumidores. La tasa de la Fed influye en los costos de préstamos en toda la economía, incluyendo hipotecas, créditos para automóviles y préstamos comerciales.


Históricamente, los presidentes estadounidenses han mostrado deferencia hacia la independencia de la Fed, limitando sus interacciones con el presidente del banco central. Según AP, Powell ha declarado que nunca ha solicitado una reunión con un presidente y que considera inapropiado hacerlo, subrayando que siempre es el presidente quien pide el encuentro. La última vez que Trump y Powell se reunieron fue en noviembre de 2019, durante el primer mandato del republicano, en una cita de 30 minutos a la que también asistió el entonces secretario del Tesoro, Steven Mnuchin.


Powell, designado por Trump en 2018 y renominado por el presidente demócrata Joe Biden para un segundo periodo, ha mantenido una postura de no responder directamente a las críticas del presidente, salvo para reiterar que el deber de la Fed es salvaguardar la economía sin considerar la política. En una conferencia de prensa el 7 de mayo, Powell afirmó: “No puedo imaginarme haciendo eso”, en referencia a solicitar una reunión con el presidente, y añadió que “siempre es al revés: el presidente es el que pide la reunión”.


La reunión más reciente se produjo en un contexto de incertidumbre económica, marcado por la imposición de aranceles y la volatilidad de los mercados financieros. Los responsables de la política monetaria de la Fed han advertido que los aranceles anunciados podrían perjudicar el crecimiento económico e impulsar la inflación, lo que refuerza la necesidad de un enfoque paciente en la toma de decisiones sobre las tasas de interés.


El mandato de Powell como presidente de la Fed concluye en mayo de 2026. Mientras tanto, la relación entre la Casa Blanca y la Reserva Federal continúa bajo escrutinio, con los mercados atentos a cualquier señal de cambio en la política monetaria o en la independencia del banco central.

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